Creen que es alergia, pero es amor.

Y se compran mascarillas y se vacunan, por precaución. Dejan de besarse en los saludos. Si es que son tontos. ¿Antes? Antes bastaba con rozar su piel, ¿pero ahora? Ahora, llegan a casa, detectan las pupilas dilatadas, sienten la roja opresión en el pecho y se lanzan a telefonear a urgencias.

¿Qué tengo doctor, qué tengo?, preguntan como idiotas.
Pues yo os lo diré: lo que tenéis es miedo. Mucho miedo.

Más miedo que nunca, pensó el chico rubio, con miles de rizos en su cabello. Sacudió sus alas y cuando llegó su turno, depositó arco, flechas y carcaj en la ventanilla del paro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

guapaaaaaaaaaaa
te regalo una visita desde boston!!marta dice qu elo que has escrito es muuuuy bonito!!!
te quieroo
maria

Anónimo dijo...

Sería un detalle que incluyeras el nombre del autor de los microrrelatos que publicas.
Un saludo

Protegidas!

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