A veces me da por pensar. Sobre todo cuando estoy sola en casa. A veces me da por imaginar que no me importa pelear contra el miedo. Miedo a haber olvidado algo, a alguien. O a ser olvidada. Miedo a perderme y no saber volver. A perder la pieza que le da sentido a todo. Pero sólo lo imagino. Prefiero no saberlo, saber si aún tengo esa pieza o no; lo prefiero a vivir sabiendo que ya no está. Y mientras, por si acaso, intento no cambiar nada. Como cuando los personajes de dibujos animados viajan al pasado...
Oigo un ruidito. Click. Y las piezas encajan.