Sólo había aceptado el trabajo de forma temporal. Iba a clase por las mañanas, dormía por las tardes y de noche trabajaba en el museo como guardia. Esto le permitiría la tranquilidad necesaria para estudiar. O eso creyó. Porque ahí estaba él, discutiendo con las meninas y el señor Velázquez sobre la luz que incide en la pintura. Y es que los personajes de aquellos cuadros eran distintos. No se sabe muy bien por qué, quizás fuera alguna solución aplicada a la pintura antes de tiempo… Un día se los encontró a todos en el bodegón de Van der Hamen charlando tranquilamente. Otra, curiosos, quisieron saber por qué en la familia de Carlos pintada por Goya estaban unos tan separados de otros (luego le contarían que no se llevaban especialmente bien). Y entre unas cosas y otras tenía que poner orden… Y allí nadie le hacía caso. Así que empezó a preguntarse por qué el puesto estaba vacante. Pero creo que le gustaba. Además, él salía beneficiado porque podía preguntarle al Greco todas sus dudas, que para eso estudiaba Historia del Arte.
Al final pasó lo que tenía que pasar: nuestro guardia despareció. Y no se supo nada más de él. Aunque, ahora que pienso, ¿nunca os habéis preguntado por qué en los cuadros que pintó Rubens hay tanta gente?

No hay comentarios:

Protegidas!

About

:)