Sin querer desaparecer, cogió un tren. Sin querer despedirse, levantó su mano en un gesto que no fue de despedida, sino un intento por retenerla. Sin querer olvidar, se perdió entre recuerdos. Se convirtió en alguien intrascendente, una sombra de lo que fue. Un adiós que ninguno quería pronunciar escapó de sus labios. Sus ojos mentían, ¿cómo no pudo darse cuenta de eso? Sus ojos mentían y sus manos permanecieron cerradas en sendos puños que atrapaban una caricia que la hubiera recogido al caer. Pero fue un instante. Un grito que no se atrevió a pronunciar. Una carta que no se atrevió a enviar. Unos segundos que se convirtieron en unas horas, que a su vez se convirtieron en días, luego en semanas, más tarde en meses y por fin en años.

¿Lo olvidarían igual? Porque si fue así, uno de los dos tiene un problema: se acuerda de esos segundos y esas dos palabras cada vez que cae la noche. Odia tener que pensar en qué hubiera sido si no...

Si sabías que me ibas a echar de menos, por qué te marchaste, dime, ¿por qué lo hiciste? Da igual... lo cierto es que tú tampoco estás, así que, qué más da...

1 comentario:

Anónimo dijo...

...Sí, no sabes lo estúpido que fui. Y sí, creo que lo único que puedo decir ahora es lo siento. Porque lo siento tanto. Ni te lo imaginas. Y segundo tras segundo es lo único que viene a mi mente. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Y otra vez lo siento. Y sé que no es suficiente, que nunca lo será. Pero sé también que el dolor que te causa ahora se ha multiplicado y eso no ha sido por mi culpa. No fuiste intrascendente. No creo que yo tampoco lo fuera. No puedo evitar pregutarme, igual que tú, sobre que hubiera sido si no... Me siento estúpido, me siento vacío, me siento torpe, y te echo de menos. Pero aprenderé que se acabó. Que mi tren pasó, que ya no puedes sentir nada por mí, y no puedo comprar otro billete de tren. Y el tiempo pasará despacio. Y el tiempo me golpeará con fuerza a cada segundo que pase. Y el olvido me desterrará de tu vida. Me lo merezco. Créeme que lo sé. Pago por mi estúpido error. Pero todo aquello que no me atreví a decirte en una estación de tren lo repetiré cada noche, por si te llegara algo de mi, por si a alguien se olvida de lo maravillosa que eres, de lo perfecta que eres. Mi pequeño corazón estará siempre contigo. Mis oídos querrán escucharte siempre. Y mis brazos estarán dispuestos a darte un abrazo cuando lo necesites, tú sílbame (¿Te acuerdas?Claro que te acuerdas...) y estaré contigo en lo que separa el tren a dos ciudades. Estoy y estaré si tu me dejas estar. No me lo merezco y lo siento tanto... Lo siento de veras. Pero ya no puedo hacer nada excepto desaparecer... Y si me lo pides lo haré. Lo que sea por verte feliz, aunque sea desde tan lejos como quieras... Sólo una última cosa: Juanma, cuídala, por favor, cuídala como si tu propia vida dependiera de ello...

Protegidas!

About

:)