No sé si existe una razón predeterminada a ello. Seguramente sí. Quizás la haya, y te empeñes en hacerla desaparecer. En ahogarla, impedir que salga a la superficie. Y si mientes, quizás sea porque es lo más fácil. Mentir siempre es fácil. Lo difícil es que no te descubran.
Pero, ¿no es acaso mentir, el noble arte de guardar secretos? Parece que me obstino siempre en creer que todo lo que haces es casi perfecto.

Hay gente que guarda secretos. Tú lo haces. Bien es cierto que todas las personas, como tú, que guardan secretos, son perfectamente identificables. Sólo hay que saber mirar. Observar atentamente. Y sus ojos las traicionan. Pero también es cierto que a fuerza de practicar, tus ojos han aprendido también a mentir, y ya no logro entrever nada. Y aunque desespere al saber que mientes me rindo. Tú ganas. Y yo pierdo... Pero, ¿sabes qué? Mientes, y yo me engaño a mi mismo creyendo lo contrario.

Dime, ¿qué leeré en tus ojos mañana?


No hay comentarios:

Protegidas!

About

:)